Maribel Saiz Cayuela · Directora técnica de Intersa Labs
Licenciada en Ciencias Biológicas, especializada en Biología Vegetal · Postgraduada en Dietética y Nutrición · Especialista en aromaterapia científica y plantas medicinales

Los alimentos que comemos, las bebidas y el aire que respiramos contienen agentes contaminantes. Sin embargo, es muy difícil controlar al 100% todo lo que ingresa en nuestro organismo a través de lo que consumimos y respiramos. Más allá de nuestros esfuerzos por hacernos con productos ecológicos, nuestro organismo se encuentra en una agresión constante por tóxicos ambientales que influyen negativamente sobre nuestra salud. La vida actual nos confronta con esta realidad.

Por otro lado, la carga de tóxicos de nuestra alimentación puede reducirse enormemente si revisamos nuestra alimentación y nuestro estilo de vida. Si vivimos en una gran ciudad, buscar el aire fresco y limpio de las montañas y consumir en lo posible alimentos naturales y ecológicos puede ayudarnos. En nuestra nueva realidad, es importante encontrar espacios naturales donde podamos oxigenarnos y sentir la libertad de un espacio abierto natural para llenar nuestros pulmones con aire limpio. También lo es utilizar difusores de aceites esenciales con aceites que favorezcan la oxigenación del organismo y la reparación de nuestra mucosa respiratoria, muy útil para el día a día de las personas que trabajan y viven en grandes ciudades.

En este contexto, las curas de detoxificación se han vuelto herramientas indispensables para restablecer la depuración y el buen funcionamiento de nuestros órganos de eliminación o emuntorios. Una cura depurativa debe basarse, primero, en una revisión de nuestra alimentación, en la eliminación de la entrada de tóxicos y en una dieta saludable y equilibrada que incluya alimentos que puedan ayudarnos en el proceso depurativo.

De hecho, la depuración va mucho más allá de una técnica o del consumo de ciertos alimentos o complementos. En realidad, es un concepto más amplio que también tiene implicaciones sobre nuestro modo de vida y nuestra relación con la conservación de la vida en la Tierra. La depuración forma parte de un nuevo estilo de vida basado en vivir de manera saludable y consumir alimentos saludables, limpios y que se hayan producido de forma ética, porque entendemos que esa es la base para un cambio global, y eso solo depende de nosotros. Evolucionar hacia un modo de vida mejor, más adaptado a nuestra salud y a la supervivencia de nuestro planeta, es indispensable hoy día. Ya no tiene mucho sentido ver nuestra salud aparte de la salud de la tierra. En realidad, nuestra salud está ligada indisolublemente a la de nuestro planeta. Si nuestro planeta está sucio, nuestro cuerpo estará sucio, más frágil y con más posibilidades de enfermar.

¿Cuándo empezar una cura depurativa? La antigua medicina China nos muestra que los cambios estacionales son las épocas ideales para favorecer la depuración, ya que es cuando el cuerpo tiende a depurarse de forma natural. Los meses de febrero y marzo son, por ejemplo, un buen momento para comenzar.

¿Cómo empezamos? Hacemos una lista de todo lo que hemos consumido durante una semana, así como de todos los productos que hemos comprado. Leemos las etiquetas y eliminamos de la lista de la compra todos los productos procesados y que contengan conservantes y, en general, aditivos químicos. Preparamos el menú con vegetales, frutas y hortalizas de producción ecológica. Reducimos al máximo los productos cárnicos y los sustituimos por fuentes de proteína vegetal. Finalmente, buscamos el asesoramiento de un/a dietista-nutricionista.

¿Qué alimentos favorecen el proceso depurativo? En general, las frutas, las verduras, los germinados y las hortalizas que contienen fitoquímicos pueden ayudarnos. Sin embargo, es especialmente importante incluir la familia de las crucíferas: el brécol, las coles de Bruselas, el repollo, los nabos, los rábanos, la col rizada o berza, el brócoli, la col lombarda, el colinabo, los berros, la rúcula, la col kale y otras verduras de hoja verde oscuro. Además de contener vitamina C, clorofila, polifenoles y minerales, estas hortalizas contienen algunas de las biomoléculas más relevantes para la depuración y la salud: los glucosinolatos. El rábano negro es uno de los representantes de esta familia y los glucosinolatos que contiene pueden hidrolizarse en sus respectivos isotiocianatos, que han demostrado tener beneficios sobre la depuración hepática, propiedades antioxidantes y la capacidad de disminuir los niveles de colesterol hepático. Los datos científicos que se han reportado sobre su bioactividad en nuestro organismo revelan que son fuertes inductores de las enzimas de desintoxicación de la fase II en nuestro hígado.

¿Durante cuánto tiempo? La depuración puede practicarse en periodos de siete, catorce o veintiún días, coincidiendo con el periodo previo al cambio estacional. Es bueno ayudarse de complementos (rábano negro, alcachofa, cardo mariano…), también de producción ecológica, que nos ayuden a intensificar los efectos de una dieta depurativa y libre de tóxicos.

En conclusión, una cura depurativa nos libera de tóxicos, vitaliza nuestros órganos, fortalece indirectamente nuestro sistema inmunitario y nos permite recuperar fuerza, vitalidad y energía.