En sus orígenes, el Aqua Mirabilis era un remedio medicinal cuya patente se registró en 1727 en Colonia, convirtiéndose en la primera Agua de Colonia. Estaba inicialmente destinada a curar los males, era sanadora, calmante, vigorizante y cicatrizante.

En 1806, cuando Jean Marie Farina heredó la fórmula y creó su propia declinación perfumada, el éxito fue inmediato. Las cortes reales de Europa se apoderaron de ella, concretamente Napoleón consumía 20 frascos al mes. El Agua de Colonia Jean Marie Farina se convirtió en el accesorio de belleza, bienestar e higiene.

En los años 50, bajo los auspicios de los boticarios Armand Roger y Charles Gallet, el Agua de Colonia Jean Marie Farina se volvió el gesto accesible de las familias. Desde los ancianos hasta los bebés, todos los miembros de la familia comenzaban el día con una fricción.  

Esta Agua de Colonia fue la pionera histórica de un nuevo géneroen perfumería. Con sus notas de romero y neroli, su fragancia es tan revitalizante como un paseo a orillas del Mediterráneo. Su frescor aromático inédito se obtiene gracias a la maduración ideal de su fórmula. Un savoir-faire exclusivo, guardado en secreto, que incluyó por primera vez esencias obtenidas por destilación de ingredientes de origen vegetal.

Varios siglos más tarde, la fragancia icónica se mantiene intacta y sigue produciéndose en Grasse. Su producción puramente tradicional a partir de 13 ingredientes naturales se traduce en una fórmula con un porcentaje récord de 98 % de ingredientes de origen natural.

Un equilibrio olfativo perfecto, atemporal y eterno, que ensalzó desde sus inicios las esencias preciosas destiladas, convirtiendo cada fricción en un momento de bienestar supremo.

De cara a estas Navidades, Roger&Gallet reinventa sus grandes formatos de Jean Marie Farina para seguir destilando felicidad. Dos frascos repletos de bienestar para el cuerpo y el alma que rinden homenaje a la artesanía. Para la creación de sus nuevos frascos, la Maison Roger&Gallet ha recurrido a Waltersperger, casa centenaria y última vidriería semiautomática de Francia que hace que cada frasco sea único en el mundo.