María del Puy Heredia Ochoa, Doctora en Farmacia por la UCM y Farmacéutica Titular de Oficina de Farmacia, expuso varios casos prácticos sobre ‘Patologías oculares ¿Cómo lo veis en la farmacia?’ basados en las consultas frecuentes que el paciente realiza cuando acude a la farmacia. El ojo seco, el orzuelo o la conjuntivitis, son algunas de las patologías oftalmológicas que se atienden con más frecuencia, así lo comentó en las Jornadas de Infarma que se están celebrando en el recinto ferial de Ifema de Madrid.

Puy Heredia formuló una serie de preguntas de diferentes casos sobre la práctica farmacéutica en la que los asistentes contestaron a través del móvil y analizaron en común las respuestas obtenidas. Cada caso planteado disponía de un tiempo limitado para resolverlo, de tal forma que los participantes iban sumando puntos en función de sus aciertos y rapidez en las respuestas.

Durante el encuentro, Heredia explicó que en las oficinas de farmacia son frecuentes las consultas sobre problemas y patologías oculares: desde molestias leves, a posibles alteraciones secundarias a enfermedades crónicas. Asimismo subrayó que el alivio de los síntomas, las pautas correcta de administración de los fármacos y la derivación al oftalmólogo son las principales actuaciones del farmacéutico.

En cuanto al ojo seco, la farmacéutica recalcó que cuando las lágrimas no lubrican bien el ojo el paciente puede padecer “picor y dolor, visión borrosa, enrojecimiento e irritación, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo”. El tratamiento para estos casos es el uso de lágrimas artificiales y pomadas.

Puy Heredia insistió en desmontar falsos mitos sobre los lavados con infusiones de manzanilla para tratar las patologías oculares. Según Heredia “no es una solución estéril. Se hace con agua que, ya sea del grifo o mineral, no están libres de sustancias que podrían dañar nuestros ojos aunque el agua hierva”.

En este sentido, la experta aseguró que una “infusión de manzanilla está llena de resto de la planta, por muy bien que se haya colado, que irritarán nuestros ojos si entran en contacto con ellos. Estas partículas incluyen el polen de la flor, un potencial agente alérgeno”. Realmente, no se sabe ni la cantidad, ni la temperatura a la que habría que aplicar la manzanilla para que tuviese un efecto positivo, puntualizó Heredia.

Finalmente, recalcó que el farmacéutico es un eslabón clave para promover el cuidado ocular, detectar patologías, derivar a otros profesionales cuando sea preciso y dar una correcta recomendación sobre el buen uso de las terapias farmacológicas. Por ello, el farmacéutico debe tener conocimientos básicos de la etiología, diagnóstico y correcto uso de los tratamientos para abordar esta situación de manera segura y eficaz y dar una prestación sanitaria de calidad.

Cabe recordar que, por primera vez, Ágora Sanitaria ha lanzado una competición de casos prácticos para que los farmacéuticos asistentes interactúen a través del móvil con los expertos que han participado en las Jornadas, poniendo a prueba sus conocimientos sobre diferentes temáticas.